domingo, 6 de mayo de 2012

No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos

Y como un triste recuerdo vienes para quedarte y seguir lastimando lo que aún no he conseguido sanar. Y como dos idiotas, volvemos al interminable juego que ya nos sabemos de memoria. Nuestro particular tira y afloja. Nuestro querer y no poder. El desearnos un lunes y odiarnos un domingo. Y permitimos hacernos daño como la primera vez, y olvidamos amarnos como debería ser, y nos perdonamos por última vez (o eso pensamos nosotros), y terminamos riendo para no llorar. Pero las cosas siempre terminan igual. Y cada uno toma un camino, con la esperanza de volver a encontrarnos en un futuro, aunque sea para sufrir juntos en esta espiral de "no sé cómo te aguanto pero no puedo estar sin ti". No importa la hora ni el día, con tal de que esta historia nunca tenga final.

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